Desde mi posición de ciudadano deploro que el Conseller Ernest Maragall haya presentado un Plan en el campo de la educación sin haberlo comentado ni consensuado con los otros partidos miembros del Gobierno Catalán.
Estoy de acuerdo que en un tema tan importante como el de las Matrículas Vivas, es necesario un análisis profundo y al mismo tiempo acciones concretas para mejorar cada día, pero lamento también que no se haya tomado en cuenta el Pacto Nacional por la Educación, firmado y aprobado en consenso.
El Conseller Maragall ha manifestado que su plan: ”Es la manera de organizar el contacto con nuestra cultura” y “Esto forma parte de su (de los inmigrantes) integración”. Ambas frases dejan claro que los asesores del Conseller poseen un conocimiento muy superficial de la realidad del proceso de inmigración catalán. Sobretodo, cuando en la actualidad Cataluña cuenta con 1175 aulas de acogida dentro del ”Plan per la Llengua i la cohesió social” que están dando unos resultados muy positivos.
En la Consellería de Educación han olvidado que la manera más pedagógica de aprender una nueva lengua es en un medio donde se utilice, por lo que, aislar a los alumnos en “centros” y “espacios” transitorios o como los deseen llamar, sólo tendrá como resultado que aumente el período de tiempo en el aprendizaje de estos. De otro lado, un estudiante latinoamericano que llegue a mitad de curso y necesite aprender catalán se encontrará con la misma necesidad académica que un estudiante que llegará a mitad de curso de cualquier comunidad autónoma española, ya que su necesidad del catalán sería similar-. La pregunta es ¿a estos estudiantes también se les colocará en los espacios transitorios de los que habla la Consellería?; ya que, de no ser así, el problema ya no sería la lengua sino un tema de culturas y en ese caso, resultaría una discriminación cultural flagrante.
Estoy de acuerdo con las entidades y asociaciones de inmigrantes, asociaciones de docentes, de profesores de universidades y sociedad civil, que encuentran esta medida negativa y que no contribuye a mejorar la convivencia y la cohesión social, además de carecer de la opinión y aportaciones de los directamente implicados: los docentes y los nuevos ciudadanos y ciudadanas. Al parecer, se piensa que dentro del más de un millón de nuevos residentes en Cataluña que representamos el casi 16% de la población catalana no hay ninguna persona capaz de contribuir positivamente en el análisis de este tema; es una lástima que se continúe subestimando de esta manera la capacidad profesional y técnica de los nuevos vecinos y vecinas de nuestra sociedad.
Me gustaría recordarle a la Consellería de Educación que vivimos en una sociedad del siglo XXI, que se caracteriza por ser plural, intercultural y en donde se respeta la diversidad, y que en ningún caso se gestionará correctamente con propuestas y dinámicas de trabajo propias de CIU y del Partido Popular.
“No nos consultaron para venir a este mundo, pero exijamos que se nos consulte para vivir en él”
Estoy de acuerdo que en un tema tan importante como el de las Matrículas Vivas, es necesario un análisis profundo y al mismo tiempo acciones concretas para mejorar cada día, pero lamento también que no se haya tomado en cuenta el Pacto Nacional por la Educación, firmado y aprobado en consenso.
El Conseller Maragall ha manifestado que su plan: ”Es la manera de organizar el contacto con nuestra cultura” y “Esto forma parte de su (de los inmigrantes) integración”. Ambas frases dejan claro que los asesores del Conseller poseen un conocimiento muy superficial de la realidad del proceso de inmigración catalán. Sobretodo, cuando en la actualidad Cataluña cuenta con 1175 aulas de acogida dentro del ”Plan per la Llengua i la cohesió social” que están dando unos resultados muy positivos.
En la Consellería de Educación han olvidado que la manera más pedagógica de aprender una nueva lengua es en un medio donde se utilice, por lo que, aislar a los alumnos en “centros” y “espacios” transitorios o como los deseen llamar, sólo tendrá como resultado que aumente el período de tiempo en el aprendizaje de estos. De otro lado, un estudiante latinoamericano que llegue a mitad de curso y necesite aprender catalán se encontrará con la misma necesidad académica que un estudiante que llegará a mitad de curso de cualquier comunidad autónoma española, ya que su necesidad del catalán sería similar-. La pregunta es ¿a estos estudiantes también se les colocará en los espacios transitorios de los que habla la Consellería?; ya que, de no ser así, el problema ya no sería la lengua sino un tema de culturas y en ese caso, resultaría una discriminación cultural flagrante.
Estoy de acuerdo con las entidades y asociaciones de inmigrantes, asociaciones de docentes, de profesores de universidades y sociedad civil, que encuentran esta medida negativa y que no contribuye a mejorar la convivencia y la cohesión social, además de carecer de la opinión y aportaciones de los directamente implicados: los docentes y los nuevos ciudadanos y ciudadanas. Al parecer, se piensa que dentro del más de un millón de nuevos residentes en Cataluña que representamos el casi 16% de la población catalana no hay ninguna persona capaz de contribuir positivamente en el análisis de este tema; es una lástima que se continúe subestimando de esta manera la capacidad profesional y técnica de los nuevos vecinos y vecinas de nuestra sociedad.
Me gustaría recordarle a la Consellería de Educación que vivimos en una sociedad del siglo XXI, que se caracteriza por ser plural, intercultural y en donde se respeta la diversidad, y que en ningún caso se gestionará correctamente con propuestas y dinámicas de trabajo propias de CIU y del Partido Popular.
“No nos consultaron para venir a este mundo, pero exijamos que se nos consulte para vivir en él”
Ernesto Carrión Sablich (fotografia)
1 comentari:
Un dels problemes de base en aquesta proposta és que es segueix entenent que és més important formar en coneixements qu educar. Certament un alumne que acaba d'arribar tindrà més dificultats en una aula però el que necessita suport és per superar aquesta etapa i no per evitar-li. Tot el que guanya l'alumne i la resta de l'aula, de convivència, de valors, d'aprenentatge ... no ho tindrà en una aula segregada.
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